Ya que los espíritus parecen disociarse del cuerpo, siendo capaces de abandonarlo durante las experiencias Fuera-Del-Cuerpo, y pueden ignorar las barreras físicas, ¿Entonces como hace el espíritu para comunicarse con el preparado bioquímico que es la mente? ¿Cuál es el punto de conexión? El espíritu no necesita cambiar de densidades, de forma que la conexión Mente/Espiritu no es vibratoria, estando siempre como si dijéramos en la misma longitud de onda. Ya que el espíritu puede funcionar sin una conexión con el cuerpo, la conexión no es bioquímica. Según el espíritu evoluciona durante las encarnaciones en las vidas formadas en los diversos mundos, totalmente incompatibles con cada uno de los otros, la conexión no parece tener un requerimiento físico.
Este puzzle es más fácilmente entendible si uno considera como funcionan las partículas subatómicas. A pesar de las aparentes diferencias de los distintos elementos del mundo físico, estos se descomponen en las mismas partes constituyentes. Los bloques constructivos son los mismos. Los espíritus están compuestos de una sustancia que es física en el esquema a gran escala, y sobrepasa en su alcance a cualquier otra densidad vibratoria. Igual que en al nivel subatómico se considera que algunos elementos se comunican eléctricamente, fomentando o incitando un flujo de electrones, y otros elementos parecen ser inertes, de la misma manera el espíritu considera a la mente capaz de un intercambio en el que las paredes a través de las que pasa son inertes. El espíritu se comunica con la mente por medios bioquímicos, incitando la actividad bioquímica. Esto lo consigue ajustándose el mismo a la densidad del cuerpo encarnado, a la bioquímica particular de la forma de vida. Este hecho no es mas espectacular que ajustar una maquina de rayos-X para penetrar el espesor de un objeto. Durante cada encarnación el espíritu puede familiarizarse rápidamente a sí mismo con su nuevo cuerpo físico, y bajar a trabajar.
¿Tiene memoria el espíritu, al igual que la mente? Ciertamente, y recuerda perfectamente las lecciones aprendidas durante cada encarnación. Los humanos están acostumbrados a que su memoria consciente sea capaz de tergiversar, de recordar incidentes como ellos quieren, no como realmente fueron. El espíritu, sin embargo, es como el subconsciente y no tergiversa los recuerdos. ¿Cómo es entonces que el bebé, encarnado por un alma vieja y sabia, no recuerda sus vidas pasadas? El espíritu solo puede hablar a la mente y la mente está preparada para recibir. Si los senderos bioquímicos, para los conceptos que el espíritu desea transmitir, no están situados en la mente, el espíritu solo puede hablar a las emociones. Por tanto los humanos sienten que han vivido previamente, pero no tienen una explicación para el concepto. Por tanto los humanos deben sentir que un incidente es similar a otro experimentado previamente en vidas pasadas, pero a menos que estén deseosos de considerar los conceptos de vidas pasadas, no estarán abiertos a tener desarrolladas esas memorias espirituales.