Donde quiera que los visitantes en el Servicio-A-Otros mantienen su atención extática en los pensamientos de los que se están preparando para hacer La Llamada, los que están el Servicio-A-Si Mismos no encuentran de su agrado tal atención. Entonces delegan. Sus favoritos, que no pueden desaprobar la pena o la tortura, son colocados para controlar los signos de que alguien está haciendo la Llamada del Servicio-A-Si Mismo. Esto, aunque parezca suficientemente sorprendente, no es hecho por telepatía sino mediante ordenadores, mediante señales, de forma que se controla la configuración de onda cerebral generada cuando los humanos están tratando con la rabia o las posturas altamente defensivas. Esta onda cerebral es generada casi continuamente en aquellos del Servicio-A-Si Mismos, debido a que están constantemente enfadados, y su entorno no les puede calmar. No es el nivel del esta onda cerebral lo que está siendo controlada, sino la constancia, y cuando se localiza este individuo es observado mas atentamente. Deben obtener una invitación mediante La Llamada, especifica, periódica, continua debido a su frustración, con una configuración de onda cerebral que les ha marcado con del Servicio-A-Si Mismo. Una mente parecida, podríamos decir.