Los humanos est�n asombrados de estar aprendiendo que est�n haciendo La Llamada y de que pueden desestimar encuentros a voluntad, pues no ten�an conocimiento de esto. Siendo desconocedores, asumen que alguien mas se esta haciendo cargo de la situaci�n. Sin embargo, incluso aunque la visita sea registrada solamente en el subconsciente hay signos definitivos de que La Llamada ha sido emitida, y respondida.
Toma el ejemplo de un banquero de una peque�a ciudad, que vegeta en una vida de tranquila adhesi�n a las reglas de la propiedad social y al que la responsabilidad fiscal empieza a agobiarle. La vida ha pasado por �l y ve pasar sus declinantes a�os por delante sin tener la oportunidad de conmutar la pena. Quiere romper el molde pero no sabe como. Est� enfadado con la gorda de su mujer, con la que sus momentos �ntimos murieron hace mucho tiempo, y de la que quiere librarse. Se aproxima a las se�ales de stop y pisa el freno con poca disposici�n, queriendo salir disparado a trav�s de la intersecci�n, sin parar. Se encuentra a s� mismo mirando fijamente las escenas de su vida que pasan delante de �l, meditando acerca de lo que el dinero puede hacer o no hacer con una persona. Brevemente, �l esta en uno de esos momentos que ocurre algunas veces durante la vida en los que est� haciendo La Llamada, sea conocedor de ello o no.
Ahora, debido a que el banquero esta enfocado en s� mismo en este momento, La Llamada se ha extendido a los de la orientaci�n del Servicio-A-Si Mismo. El quiz� sea visitado en el banco mientras trabaja durante horas, y sea reforzado en su l�nea de pensamiento. Toma el dinero y corre; ll�vate a alguien joven y cari�oso; el dinero puede comprar el amor. Dos resultados son los mas probables. En uno, el banquero, alentado por el atrevimiento osado que ha recibido, realiza una malversaci�n de fondos, notando que este hecho permanece en el anonimato, de forma que malversa m�s todav�a, y entonces d�ndose cuenta de que ha tentado a la suerte durante unos d�as o semanas, escurre el bulto. En el otro resultado, el banquero se permite a s� mismo contemplar el resultado de sus acciones pero esta afligido por la idea de sus amigos y vecinos teniendo que recobrarse de la perdida. Pone su intenci�n de revelarse a un lado, y se distrae a si mismo con un hobby como la jardiner�a.
En ambos resultados el banquero ha realizado un cambio en su vida como resultado de haber hecho La Llamada. Sus amigos y la familia se dan cuenta de que cambia de la meditaci�n y la irritabilidad a alguna de estas posturas, bien larg�ndose con el dinero o por razones inexplicadas llegando a ser el mas devoto de los maridos y jardinero. De manera parecida, los humanos que han hecho La Llamada en la orientaci�n del Servicio-A-Otros pueden repentinamente encontrar �nimo para enfrentarse a los opresores, dar sus posesiones a otros que lo necesiten m�s, o auxiliar a otros previamente ignorados � siendo desconocedores de ello totalmente.