El Anticristo representa la lucha final por las almas de los hombres por parte de los del Servicio-A-Si Mismos. Según se incrementan las calamidades debido a las desequilibrios climáticos generados prefijado por el paso cercano del cometa gigante, y según el miedo y la ansiedad aumentan debido a la proximidad del Milenio, las oportunidades de asegurarse reclutas por parte de los que están en posiciones de poder del Servicio-A-Si Mismos se incrementan. Siempre han planeado revoletear sobre la Tierra en este momento, para contestar a La Llamada de la manera mas dura posible, como si dijéramos, para elevar cada oportunidad hasta el máximo. ¿Habrá un solo individuo que se encarnará para dirigir la operación como algunos han especulado? No. Como hemos explicado, a menos que esto ocurra debido a una posesión inconmensurable, en estos tiempos las entidades del Servicio-A-Si Mismo de otros mundos no se pueden encarnar en forma humana. Solo los del Servicio-A-Otros pueden hacerlo, pues esta es la abrumadora orientación de la Tierra y también la que será en el futuro.
El concepto del Anticristo, siendo vago, ha tomado forma en la mente de los que han oído esta profecía tanto como un líder carismático, un grupo siguiendo a ese líder, o las propiedades y la gente que llevan la marca de propiedad – la marca de la bestia. Nada de eso es verdad, pues la batalla tiene una base individual, esto es, a cada humano se le anima a seguir el Servicio-A-Si Mismo. El Anticristo representa, en parábola, lo que está ocurriendo ahora y ha estado ocurriendo durante unos años – la batalla por las almas de los hombres durante el periodo final – el tiempo del cataclismo – y el tiempo de Después del cataclismo, todos los cuales son el periodo de la Transformación. Este tiempo es ahora.